La filosofía que observa la escuela de Shiatsu Genzai para la divulgación del Shiatsu y sobretodo para impartir sus cursos de enseñanza, es muy simple; años y años de estudio y práctica.

El curso de formación profesional está estructurado en tres niveles, donde el primer nivel está dedicado exclusivamente al estudio y a la práctica del Shiatsu básico, el segundo nivel a la adquisición de conocimientos teóricos y a la consolidación de la técnica, y el tercer nivel a la preparación como futuro técnico profesional del Shiatsu.

El cursar el primer nivel por sí sólo no capacita de ninguna manera para la aplicación de la técnica como profesional. Con este primer nivel solamente se llegan a adquirir conocimientos como aficionado para poder aplicar unas sesiones de relax a los familiares y personas allegadas, lo cual no es nada desdeñable.

En la escuela Genzai ofrecemos una formación lo más completa posible para evitar que personas sin cualificación ofrezcan Shiatsu en el mercado del masaje.

Como se requieren años para aprender las técnicas del Shiatsu o de cualquier otra técnica manual, no se ofrecen cursos rápidos de unas pocas horas, de Shiatsu en silla o de Shiatsu facial. Digamos que éstas últimas son asignaturas englobadas en la formación general.

Tampoco se ofrece la posibilidad de estudiar únicamente el primer nivel de un año de duración.

Este rigor en la manera de enfocar la formación, viene dado por la experiencia a lo largo de mis años de alumno. Al terminar mi formación en Shiatsu, que entonces era de dos años, me tuve que desplazar a otra ciudad para seguir con un curso opcional de tercer nivel, pues, con toda franqueza, no me sentía preparado para ejercer como profesional del Shiatsu.

Al terminar ese tercer nivel, pude comprobar que, si bien ya empezaba a ejercer como profesional, mi camino como aprendiz de Shiatsu no había hecho nada más que empezar y seguí durante 7 años más aprendiendo todo lo que podía aprender.

Cada persona tiene su ritmo.

El mío es lento, algo que no considero negativo, y además tuve la fortuna de poder dedicar el cien por cien de mi tiempo a estudiar y practicar la técnica, pero durante todos estos años he podido constatar que un mínimo AMB IKENAGAjde tres años para empezar como profesional es necesario para toda persona que quiera ser técnico en Shiatsu, máxime cuando se depende de un trabajo o se tienen que atender obligaciones familiares que impidan dedicarle al Shiatsu un mínimo de 30 prácticas mensuales durante el período de formación. Esto es lo que suele sucederle a una mayoría de alumnos. Y, claro está, sin adquirir una mínima práctica en una técnica cualquiera no se puede ejercer como profesional.

Así pues, el Centre Mompó a través de la escuela de Shiatsu Genzai ofrece un curso de formación de tres años, donde el compromiso por parte del alumno es de máxima importancia.

Pep castelló.