Sus orígenes más directos se remontan a William Fitzgerald nacido en Connecticut. Después de graduarse en medicina por la Universidad de Vermont, ejerció en Viena y Londres, donde su estudio en la terapia de acupresión le llevó a desarrollar su teoría de la terapia zonal.
Después de regresar a EEUU, continuó sus investigaciones
sobre la terapia por zonas, codirector de la clínica de otorrinolaringología del hospital ST.Francis en Hartford, Connecticut. Descubrió que la presión aplicada por los dedos actuaba como analgésico para diversas partes de la cara, orejas, nariz, hombros, brazos y manos. Utilizando sólo esta técnica de presión con las gomas elásticas o pequeñas pinzas, pudo realizar pequeñas operaciones quirúrgicas.
El Dr. Fitzgerald dividió el cuerpo en diez zonas longitudinales, extendidas a lo largo del cuerpo, desde la cabeza a los dedos de los pies. Propuso que las partes del cuerpo incluidas en cada zona estaban vinculadas por un flujo de energía, por lo que se podían afectar mutuamente.
En 1917, el Dr.Fitzgerald y su compañero Edwin Bowers publicaron el libro Terapia Zonal, o alivio del dolor en casa, donde descubrieron su éxito para aliviar diversas molestias. No obstante con la aparición de la anestesia moderna se desvaneció el interés de la terapia zonal.
El Dr. Fitzgerald fue aclamado después como «el descubridor de la terapia zonal» en un artículo titulado «Explicación del misterio de la terapia zonal», en el que se hablaba de una cena a la que acudió él y una conocida cantante. Los registros altos de su voz se habían apagado y el tratamiento de los especialistas de garganta no obtuvo éxito alguno. El Dr. Fitzgerald le examinó los dedos de manos y pies y al descubrir un callo en el dedo gordo del pie derecho aplicó presión a la parte correspondiente en la misma zona.
El dolor del dedo gordo no sólo desapareció sino que la cantante pudo superar incluso su capacidad vocal anterior. Durante muchos años, el doctor Joseph Shelby Riley utilizó la terapia zonal en su consulta, refinando las técnicas de Fitzgerald y añadiendo también sus propios descubrimientos, incluidos los primeros diagramas detallados y dibujos de los puntos reflejos localizados en los pies.