El drenaje linfático en las piernas es una técnica suave y lenta que ayuda a movilizar la linfa hacia los ganglios poplíteos (detrás de la rodilla) y los ganglios inguinales (ingle). Se realiza sin dolor, con presiones ligeras y direcciones precisas, para aliviar hinchazón, pesadez y retención de líquidos.
Qué es y para qué sirve
El drenaje linfático manual (DLM) no amasa músculo: desplaza linfa. En extremidad inferior favorece el retorno desde pie y pierna hacia poplíteo e ingle. Útil en piernas cansadas, épocas de calor o tras muchas horas de pie.
Nota: no sustituye la valoración sanitaria en edema importante, dolor, enrojecimiento o patología previa.
Beneficios del drenaje linfático en piernas
- Menos edema y sensación de piernas pesadas.
- Mejora del retorno linfático y venoso.
- Relajación general y confort al caminar/estar de pie.
- Puede ayudar a recuperar ligereza tras viajes o sedentarismo.
Ganglios linfáticos de la pierna (clave para el DLM)
Para que el drenaje funcione, hay que “abrir la salida” en los ganglios linfáticos de la pierna:
- Poplíteos: en el hueco detrás de la rodilla.
- Inguinales: en la ingle.
Siempre se despejan primero y se dirige la linfa hacia ellos durante toda la secuencia.
Drenaje linfático en piernas: paso a paso
Reglas de oro: presión muy ligera, ritmo lento y rítmico, sin dolor. Trabaja de proximal a distal (preparas la salida) y luego de distal a proximal (vuelves a vaciar).
- Activación inguinal (30–60 s por lado)
Círculos suaves en la ingle para facilitar la salida. - Muslo (anterior, externo, interno y posterior)
Semicírculos o pases cortos desde mitad de muslo hacia la ingle (8–10 pases por zona). - Rodilla y poplíteo
Círculos suaves alrededor de la rótula y presiones ligeras en el hueco poplíteo, dirigiendo hacia arriba. - Pierna (gemelos y tibial)
Pases cortos y lentos desde mitad de pierna hacia poplíteo (8–10 pases por cara). - Tobillo y pie
Círculos suaves alrededor de los maléolos; en el dorso del pie y dedos, pases cortos hacia el tobillo. - Recapitulación proximal
Repite poplíteo → muslo → inguinal para “vaciar” y cerrar.
Duración orientativa: 20–30 min por pierna (versión corta 10–15 min priorizando inguinal/poplitéo y pases largos).
Frecuencia y duración
- 2–3 veces/semana; en verano, sesiones más cortas y frecuentes.
- Camina suave e hidrátate después.
- Ropa amplia, sin gomas que marquen.
Precauciones y contraindicaciones
Evita DLM y consulta si hay trombosis venosa profunda, infecciones cutáneas, insuficiencia cardiaca descompensada, insuficiencia renal grave, neoplasia activa sin pauta, dolor agudo, calor o enrojecimiento local. En embarazo de riesgo o patología vascular importante, pide asesoramiento.
Errores frecuentes (y cómo evitarlos)
- Apretar: el DLM no duele. Usa presión leve.
- Olvidar ganglios: siempre activar inguinal y poplíteo antes de trabajar distal.
- Ir solo distal → proximal: prepara salida, trabaja distal, y recapitula proximal.
- Aceites/cremas: el DLM se hace en seco para buen agarre cutáneo.
¿Cuándo acudir a un profesional?
Si el edema es persistente, hay patología previa o buscas un plan completo (piernas + abdomen + brazos), pide cita. En Centre Mompó (Benimaclet, Valencia) integramos drenaje linfático con otros abordajes corporales para mejores resultados.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿El drenaje linfático en las piernas duele?
No. Es suave y agradable.
¿Cuándo noto efecto?
Muchas personas notan ligereza inmediata; en retención recurrente, recomendamos 3–5 sesiones.
¿Sirve para varices?
En varices no complicadas, con suavidad y sin presionar zonas dolorosas. Si hay dolor, calor o inflamación, consulta.
¿Es lo mismo que un masaje de piernas?
No. El drenaje linfático no amasa músculo; moviliza linfa con maniobras específicas.