Tenemos que comprender que el conjunto de la pelvis es el encaje entre la columna, y por ende el resto del cuerpo que sostiene con el miembro inferior.
Es la base, el fundamento desde donde discurren las fuerzas descendentes y desde donde al mismo tiempo se distribuyen a través del sacro e iliones hasta los miembros inferiores.
Esto lo que nos indica es que, en efecto, la pelvis es la base fundamental de toda la estructura de la columna, y por lo tanto es de crucial importancia el correcto ajuste de esta, ya que al hacerlo tendremos estable esta base, que corresponde con la articulación L5 con S1
Y no solamente a nivel articular estrictamente, sino las relaciones del tejido blando.
Por ejemplo, la columna y el conjunto de la pelvis, está relacionándose a través del cuadrado lumbar, con las digitaciones que aparecen en el origen de este, también encontramos relaciones a través de la musculatura erectora de la columna, en particular del iliolumbar, del psoas menor, sin dejar de lado la musculatura de la faja abdominal.
Es decir, el estado de la pelvis y en particular la relación del sacro con el ilíaco es fundamental para la buena alineación de la columna.
Para regularlo, desde los estudios de Osteopatía, se entiende que tenemos disfunciones de origen ilíaco respecto al sacro. (Iliosacras) o del sacro respecto al ilíaco (Sacroilíacas)
Estas tenemos que comprender que aluden a la relación entre estos dos huesos. Sus diferencias entre relaciones articulares.
Para ello tenemos formas de poder valorarlas, primeramente, si existe una disfunción o varias de ellas en la pelvis, seguidamente si es sacroilíaca o ilieosacra y finalmente.
Una vez identificado que existe por ejemplo una disfunción ileosacra (el ilíaco está en una mala relación respecto al sacro) tenemos que identificar la disfunción en concreto ya que una misma articulación puede mostrarse en disfunción de diferentes formas.
En este caso, por ejemplo, nos podemos encontrar con una disfunción del ilíaco anterior, posterior, superior, inferior y en apertura o cierre.
En el caso de que existan será el momento de identificar cuales son esas disfunciones. Esto es crucial para poderlas corregir, para ello tenemos diferentes herramientas como test específicos para estas disfunciones.
Una vez que hemos completado estos pasos, pasamos después a la fase de corrección, que es donde finalmente con una manipulación ajustamos la relación entre la articulación a tratar.
Por lo que, a modo de resumen, podemos definir estos pasos:
- Regulamos las relaciones de la musculatura
- Identificamos la existencia de disfunciones
- Identificamos el tipo (sacroilíaca o Ileosacra
- Identificamos la disfunción en concreto (dentro de disfunción sacroilíaca o ileosacra)
- Se realiza la corrección
- Se comprueba el resultado.
Y este es el esquema de trabajo que usamos los osteópatas para trabajar con el conjunto articular y funcional de la pelvis.