Somos animales de costumbres, eso lo sabemos, lo son también nuestros procesos mentales,  romper esas malas inercias que todos tenemos nos ayudará a gozar de mayor claridad en todos nuestros aspectos de la vida.

La claridad  es,  una habilidad que nos permite ver con precisión y sinceridad. Ser consciente de nuestros anhelos, necesidades y miedos es una gran habilidad que nos aporta el control de nuestra vida.

El primer paso, y en realidad uno de los más difíciles es identificar un patrón autodestructivo. Darse cuenta de cómo nuestros hábitos, inercias y patrones condicionan nuestra conducta.

Vamos  a ver una forma de ponerle freno, como con el Mindfulness

Trata de entender que estos patrones e inercias no son más que hábitos que como todos los hábitos se entrenan y se quedan,

Imagínate capaz de ver los patrones que te atan a una manera de pensar que te daña, que te aleja de los demás; capaz de entender que esos patrones no son más que hábitos a los que te acostumbraste, como lavarse las manos.

Un mal hábito se suple como otro positivo, vamos  a tratar de conectarnos  con nuestra  intuición para determinar cuál es el camino.

Esto es un proceso que es continuo, y nos da claridad nos despierta y nos libera. Nos otorga una visión clara del camino que es la vida.

Conseguir calmar la mente (Aunque sea un poquito)

Esta práctica agudiza la claridad del momento presente.

Enciende una vela y siéntate en el suelo o una silla, con la columna lo más recta posible, coloca la vela enfrente, con los ojos a medio abrir, observa la llama.

Consigues con eso la calma y concentración con este sencillo ejercicio. Suerte!