La osteopatía supone una alternativa a la medicina tradicional que tiene como principio básico que cualquier problema que aparezca en el interior de nuestro organismo tiene sus repercusiones, más o menos graves, en nuestra capacidad para realizar movimientos. En el caso de la osteopatía visceral, fue el famoso osteópata Jean-Pierre Barral el que descubrió la importancia que tienen las vísceras en el complejo mundo de la osteopatía. Dicho descubrimiento es muy útil hoy en día y, por fortuna, cada vez está más evolucionado.

¿En qué consiste la mecánica visceral?

Para entender correctamente el concepto y no dar lugar a equívoco, es muy importante que expliquemos que la osteopatía visceral se basa en el movimiento natural que tienen las vísceras de nuestro organismo. Como ocurre con otros muchos órganos, el movimiento de las vísceras es fundamental para que funcionen correctamente. Pero, ¿a qué se deben esos movimientos y por qué no deben dejar de hacerlo?

El diafragma es uno de los grandes responsables del movimiento de nuestras vísceras, ya que es el encargado de ejercer la fuerza necesaria para producir dicho movimiento.

El movimiento natural de las vísceras. Aunque nosotros no seamos conscientes de ello, todos y cada uno de nuestros órganos se mueven; el corazón o el estómago son claros ejemplos, ya que el primero late para llevar la sangre a todos los puntos del organismo y en el caso del segundo, produce contracciones de las que no somos conscientes para poder realizar la digestión. Con las vísceras ocurre exactamente lo mismo; se mueven para llevar a cabo las funciones vitales del cuerpo.

Para entender mejor el concepto, ¿Qué ocurriría si cualquiera de estos tres participantes que hemos nombrado fallara? Algo no funcionaría correctamente, evidentemente. Si, por ejemplo, es el diafragma en el que no se mueve correctamente, todo el conjunto se va a ver afectado. El movimiento visceral se va a ver drásticamente reducido, ya que si el diafragma no funciona como debería, las vísceras no contarán con el empuje de los músculos que tanto ayuda al correcto funcionamiento del conjunto.

Y, obviamente, si algo falla, las consecuencias pueden ser cuanto menos problemáticas y, en algunos casos, bastante dolorosas. He aquí algunos ejemplos en los que un trabajo de osteopatía visceral es muy necesario:

  • Al no haber movimiento visceral, pueden empezar a acumularse sustancias tóxicas que el cuerpo ya debería haber eliminado mediante las heces, por ejemplo. Como el conjunto no se mueve correctamente, las toxinas se acumulan en aquellos puntos de las vísceras donde no existe movimiento debido al problema.
  • Se producen adherencias muy difíciles de eliminar en las zonas que deberían moverse. Esto, aunque pueda parecer que en principio no tenemos que darle mucha importancia, puede convertirse en un problema grave. Un incorrecto movimiento visceral en ocasiones puede derivar en diverticulitis, una enfermedad que se caracteriza por la acumulación de sustancias de desecho en pequeñas cavidades creadas a lo largo de todo el intestino grueso debido, precisamente, a esas acumulaciones de suciedad. Algunos síntomas que pueden hacernos pensar que el movimiento visceral de nuestro cuerpo no es el correcto serían los gases, el estreñimiento o las digestiones muy pesadas como norma general. Evidentemente todos podemos sentir estos síntomas en momentos muy puntuales, pero lo problemático es cuando estas dolencias se convierten en rutinarias.

osteopatia visceral en Valencia

Y te preguntarás, ¿Qué tiene que ver todo esto con la pérdida de capacidad de movimiento?

Aquí es cuando la verdadera osteopatía visceral aparece, ya que su objetivo principal es precisamente este, solucionar aquellos problemas que tienen su origen en cualquier órgano de nuestro cuerpo para que por fin desaparezcan las consecuencias que notamos de manera física.

Por ejemplo, es por todos conocido que cuando nuestro corazón no funciona correctamente, es muy probable sentir dolor en el brazo izquierdo. Por otro lado, cuando el problema se origina en el hígado, podemos sentir dolor en uno de nuestros hombros. Los problemas del esófago se pueden ver reflejados en la zona de las escápulas… y así ocurre con todos los órganos. El nombre técnico que se le da a estos problemas es dolor referido. A partir de aquí es muy probable que ya entiendas la importancia que tiene identificar todas y cada uno de los problemas que acontecen a tu cuerpo, ya que como has podido comprobar, que te duela un hombro no tiene por qué significar que haya que trabajar sólo en el hombro.

A continuación vamos a describir algunos de los problemas más comunes a los que nos podemos encontrar y que tienen su origen en un movimiento visceral que no es el correcto o, por otro lado, que es insuficiente.

Alteraciones que se pueden mejorar con osteopatía visceral

Molestias de espalda y lumbares. Aunque también pueden tener su origen en un problema muscular para el que puede ser suficiente un masaje, no hay por qué destacar un incorrecto movimiento visceral. En este caso concreto, los riñones, los órganos encargados de depurar y eliminar todas las sustancias tóxicas de nuestro organismo, puede que no funcione como debería. También se suele asociar a problemas de hígado, el órgano encargado de procesar todos y cada uno de los nutrientes que ingerimos para quedarse con los que son útiles.

Molestia en el esternón o en las costillas. También se asocia a problemas emocionales que de manera inconsciente provocan la inmovilización de la zona. La inmovilización es provocada por una serie de ligamentos y estructuras internas que producen dolor.

Molestias cervicales. Cuando el diafragma no realiza su función de manera correcta y provoca un mal funcionamiento en cadena del aparato digestivo, ocasionalmente puede provocar dolores y mareos que se ven reflejados en las cervicales. Esto es porque es desde las cervicales desde donde, por decirlo de alguna manera, nace todo el sistema nervioso hasta llegar a las vísceras. Esta dolencia en la mayoría de los casos se asocia a problemas relacionados con el estrés o a, por ejemplo, traumatismos sufridos tras un accidente de tráfico.

Imposibilidad de conciliar el sueño. Como ya hemos mencionado a lo largo de este artículo, parece mentira que las pueda tener su origen en el mal funcionamiento del movimiento visceral. Es sorprendente, pero es así. Esto se debe a un escaso o nulo movimiento por parte del intestino, que es el encargado de eliminar todas las sustancias de desecho que nuestro organismo ya no necesita. Por eso, si en lugar de eliminarlas las acumula, los problemas que ocasiona a veces pueden confundirnos mucho y no identificar bien dónde está en realidad el problema.

Aunque son muchas más las alteraciones que tienen relación de algún tipo con los problemas de movimiento visceral, estas son las más comunes. Existen muchas otras que también tienen su origen en un mal funcionamiento de los órganos internos.

En definitiva, la osteopatía visceral es un tratamiento que puede proporcionar muchos beneficios y sobre todo soluciones a aquellas personas que tienen algunas de las dolencias que hemos mencionado. Sea como fuere, la única manera de evaluar si en tu caso necesitas un servicio de estas características, serán los profesionales de nuestro centro los que evalúen tu situación y decidan cuál es lo que puede resultar más efectivo en tu caso en concreto.