El Dr. William Fitzgerald, un médico otorrinolaringólogo norteamericano nacido en Middletown en 1872, fue el descubridor de la teoría de las terapias zonales a principios del siglo xx. Basándose en los meridianos de la medicina china, dividió el cuerpo en diez zonas, afirmando que la presión en un área de una zona afectaría a la zona entera. Durante sus años de práctica en Boston City Hospital, el Dr. Fitzgerald observó que sus pacientes aplicaban presión en ciertas partes de sus manos para inhibir el dolor durante sus intervenciones quirúrgicas. Esto lo llevó a desarrollar su teoría de la terapia zonal, que se basó en la división del cuerpo en diez zonas a partir de líneas imaginarias.

 

Estas zonas tenían su correspondiente área refleja en los pies que seguían la misma trayectoria longitudinal. El Dr. Fitzgerald constató que aplicando presión en un área o áreas de una determinada zona era posible inhibir el dolor en otra área de la misma zona. A partir de esta observación, recomendó estimular las áreas con los dedos o con diversos elementos de uso cotidiano. Su trabajo fue publicado por el Dr Edwin F. Bowers, escritor de Nueva York, y fue muy bien acogido por los adeptos a las medicinas naturales. El equipo del Dr. Riley se dedicó al estudio del estímulo de los reflejos de las manos, mientras que Eunice Ingham se centró en probar el estímulo en los pies, descubriendo su mayor sensibilidad en la respuesta. El Dr. Fitzgerald falleció en Stamford en 1942.

 

 

El Dr. Edwin F. Bowers, comentarista de temas de medicina y escritor de Nueva York, fue el primero en publicar el trabajo de una técnica innovadora basada en el tacto de los pies. Esta técnica fue recibida con escaso entusiasmo dentro del círculo médico, pero fue muy bien acogida por aquellos que seguían medicinas naturales como la quiropráctica, la osteopatía, la naturopatía y algunos pocos médicos. El Dr. Joe S. Riley fue uno de ellos, y alentó a sus colaboradores a investigar el estímulo de los reflejos de las manos. Entre ellos, Eunice Ingham empezó a estudiar el estímulo en los pies y descubrió que eran más sensibles que las manos en su respuesta.

¿Quién es el creador de la reflexología?

El Dr. Fitzgerald descubrió que la aplicación de presión en un área dada podía inhibir el dolor en otra área relacionada en la misma zona. Para aplicar el estímulo, el Dr. Fitzgerald recomendó usar los dedos, bandas elásticas, broches de ropa, elementos metálicos, dientes de peines y cualquier otro elemento cotidiano que fuera seguro. Se centró en los dedos de manos y pies y en articulaciones en general, pero también sugería que cualquier parte del cuerpo que estuviera clínicamente accesible podía ser estimulada. Esta presión debía aplicarse con firmeza para que fuera reconocida como un estímulo, pero sin llegar a dañar el tejido. Esto se recomendaba hacerlo durante 30 segundos a 5 minutos aproximadamente. Luego de retirar la presión, se recomendaba movilizar y masajear la zona para restaurar la circulación sanguínea. El Dr. Fitzgerald también recomendaba que el tratamiento se realizara de manera regular para que los resultados fueran duraderos.