Los distintos tipos de dolor

Dolor agudo: Comienza repentinamente, provocado por una lesión o enfermedad específica, y constituye el mayor signo de alarma de la enfermedad.

Dependiendo de la intensidad, puede generar reacciones generalizadas en el cuerpo. Ejemplos típicos son el dolor menstrual, el dolor de origen odontológico, el dolor ante una fractura de huesos, la cefalea o dolor de cabeza.

En todos los grados de intensidad, desde una molestia a dolores muy intensos, continuos o episódicos. También puede derivar de la cirugía, radio o quimioterapia.

Dolor potsoperatorio: Dolor agudo que, a diferencia de los otros, puede predecirse y calcularse en cuanto a su intensidad de acuerdo a la gravedad y extensión de la cirugía. Tiene un inicio, coincidente con el fin del efecto anestésico, y un final esperable.

Dolor asociado al cáncer: La enfermedad cancerosa puede producir dolor de muchas formas. Por crecimiento local del tumor afectando las más diversas estructuras corporales como huesos, nervios o cualquier órgano interno.

Dolor neuropático: Se origina en algún punto de la vía nerviosa y se caracteriza por ser intenso, episódico, tipo ardor o quemazón, asociado muchas veces a alteraciones de la sensibilidad. Dolores neuropáticos típicos son la neuralgia del trigémino, la neuralgia postherpética o el dolor neuropático después de una amputación.

Dolor crónico no oncológico: Asociado a enfermedades que por definición tienen características crónicas, y cada una precisa un tratamiento específico. Enfermedades típicas son la artrosis, la artritis reumatoidea, las fibromialgias o dolores crónicos de columna..

Los dolores mejoran con el trabajo realizado de Fisioterapia y Osteopatia